sábado, 25 de junio de 2011

Cruzar la calle

Recién llegado a Vietnam uno vuelve instantáneamente, como por arte de magia, a la edad de la inocencia. Esa edad en la que uno mira todo lo que sucede a su alrededor con curiosidad, sin entender lo que sucede; la gente habla sin que uno comprenda lo que se dice, ni exactamente la situación. Sorprendiéndose a cada paso de las cosas más cotidianas, de los diferentes formas, sabores, colores, texturas…. Uno se deja llevar, con inconsciencia absoluta, por las nuevas situaciones que va viviendo para aprender a desenvolverse en este mundo. Una de esas nuevas situaciones es cruzar la calle.


Sí, sí, cruzar la calle. Para una persona adulta parce algo trivial, pero cuando uno llega a Hanoi se convierte en una proeza semejante a escalar una montaña o hacer rafting por el Orinoco. Aquí no hay semáforo que se respete, y el tráfico incesante de motocicletas hace que parezca imposible cruzar.



Después de armarme de valor decido que ya es hora de cruzar la calle, que no se puede vivir encerrado en una manzana. Me aproximo lentamente hacia la acera y me detengo un momento al borde de la calzada, como esperando a que el tráfico se detenga, iluso de mí, como si no supiera ya que esa riada incesante de motocicletas y coches no se va a detener nunca. En un arranque de coraje pongo un pie en la calzada justo delante de una moto que se avalancha sobre mí, me esquiva, dos, tres pasos. En un momento estoy rodeado de motocicletas que zumban alrededor como un enjambre de abejas. Rechinar de dientes, un espasmo de tensión recorre mi espalda, el polvo levantado por las motos me salpica y el punzante humo de los tubos de escape me atraviesa, un sudor frío resbala por mi frente. Yo sigo, poco a poco, mientras las motos rugen a mi alrededor…..ya llegué! Por fin, he cruzado la calle.



Aunque uno no se puede confiar; puede que halla algún espabilado que intente saltarse el atasco circulando por la acera.












8 comentarios:

  1. Increíble lo de los coches por la acera. Pero, dime, corresponsal en el país de la inocencia, ¿Cómo esquivaste ese coche azul que viene directo hacia tí en la última foto? ¿Saltaste por el puente que se adivina a la izquierda, evitaste la moto que avanza por la carretera, o te diste la vuelta y saliste huyendo?

    Bsss, me encanta tu blog :)

    ResponderEliminar
  2. Marta, simplemente me quede quieto, paralizado por el miedo, haciendo equilibrios sobre el bordillo mientras los vehículos pasaban por mi lado.....
    Tu si que tienes un buen blog! ;)

    ResponderEliminar
  3. No sé, no sé, yo por ahora no me he jugado el pellejo por hacer una buena foto...

    ResponderEliminar
  4. IGNACIO, TU QUE ERES UN PROFESIONAL DEL QUAD, NO DEBERIAS ASUSTARTE ANTE ESE PEQUEÑO INCONVENIENTE, YO CREO QUE DEBERIAS USAR UN QUAD PARA MOVERTE POR ALLI Y APRENDERIAN LOS VIETNAMITAS LO QUE ES PILOTAR, JAJAJAJA.
    POR CIERTO TE HA SALIDO LA VENA ESCRITOR, ME GUSTA. UN ABRAZO FUERTE Y MI CONTRARIA TE MANDA RECUERDOS.

    ResponderEliminar
  5. Por cierto, perdón por las mayúsculas, es una manía que no consigo quitarme.

    ResponderEliminar
  6. Que mala memoria Rubén, a mi el quad se me daba bastante mal. ja,ja,ja, Un abrazo
    Marta; Ya no hay fotógrafos como los de antes! Que poca profesionalidad.

    ResponderEliminar
  7. Yo cuando estuve también me quedé alucinada al ver semejante caos de tráfico y tanto pitido que te vuelve loca, pero lo más alucinante es que no haya accidentes.Al principio me bloqueaba cuando quería cruzar una calle, pero luego descubrí q lo mejor es hacerlo sin mirar(bueno un poco de reojilo),ellos se encargan de esquivarte...Buena suerte!! bss. María José

    ResponderEliminar
  8. Accidentes si que hay, yo ya he visto unos cuantos, pero como no suelen ir muy rápido no son graves. Bss

    ResponderEliminar