Después de la experiencia del supermercado creo que será buena idea probar a hacer la compra en el mercado como se ha hecho toda la vida: recorrer los puestos llenos de productos frescos recién traídos del campo, que uno puede oler y tocar, impregnarse del sabor local. Se me va la mirada detrás de las frutas tropicales: piñas, dragonfruit, limas…..y durian; aunque esta última tenga el dudoso honor de que prohíban su entrada en algunos hoteles de lujo por el apestoso olor que desprende.
La carne expuesta sobre simples tablones con sus entresijos, higadillos…me recuerda cuando era pequeño y en Madrid había casquerías. La asepsia se ha apoderado de nuestra sociedad y ya no es frecuente verlas. ¿Dónde irán ahora los niños a comprar ojos de vaca para diseccionar los en clase de ciencias naturales?.
Vietnam tiene una extensa costa de la se extraen una gran cantidad de pescados y mariscos que cocinan de un sinfín de maneras. En el mercado puedes encontrarlos todavía vivos aleteando en barreños a los que les han añadido una pequeña bomba para oxigenar el agua, como la de las peceras, y que no se ahoguen.
Esto sí que es pescado fresco!!
También puede uno encontrar productos cocinados: patas de gallo fritas, tortas de arroz, perritos calientes.
He de reconocer que ,desde que los vi, el concepto de perrito caliente tiene otro significado para mí y ya no miro igual a los perros por la calle.